miércoles, 6 de mayo de 2015

Efemerides: El fin de la Segunda Guerra Mundial


Despues de una guerra basada en la devastacion y guerra total que inicio Alemania llevandola al resto de Europa la guerra fue llevada al centro del Tercer Reich y el hombre que la inicio no estaba presente ya que se habia suicidado en su bunker junto con los sueños de grandeza que aseguraba serian cumplidos por la voluntad de los germanos durante mil años. Los paises llamados Aliados mediante un gran esfuerzo, millones de hombres y recursos tecnicos casi infinitos lograron derrotar a Alemania y esta, destruida a un nivel tal que no quedaba ladrillo sobre ladrillo acepto su capitulacion terminando uno de los episodios mas brutales y dementes de la Humanidad.

Una vez que se firmo el armisticio y la paz incondicional los horrores no terminaron ahi. Se descubrieron campos de concentracion y el horror de lo que el hombre le puede hacer a su hermano fue superado una vez mas. El destino del mundo cambio para siempre, se liberaron paises y naciones, se extinguieron bastiones coloniales y regresaron los migrantes a sus tierras devastadas y aunque la paz anunciada parecia una garantia de esperanza solida y duradera los poderes facticos, las ambiciones y las ideologias auyentaron a la paloma de la paz de hacer su utopico nido respaldados por los hombres que se respaldaban en la mas grande abominacion y mas alucinante y destructivo invento iniciando la Gerra Fria, la carrera armamentista y la amenaza de una Guerra Nuclear en un mundo mas dividio y pobre que antes.. 

El dia 7 de Mayo se conmemora un aniversario mas del  Fin de la Segunda Guerra Mundial, reúne tanto el cierre del Teatro Europeo en la Segunda Guerra Mundial como la rendición alemana, que tuvieron lugar entre finales de abril y principios de mayo de 1945, que termina con la rendición alemana el 7 de mayo de 1945 mas la guerra aun no terminaba para unas partes del mundo.


El 25 de abril de 1945, las tropas soviéticas y estadounidenses entraron por primera vez en contacto directo, cortando a Alemania en dos (Día del Elba). Las primeras unidades en hacer contacto fueron de la 69ª División de Infantería norteamericana y la 58ª División de Guardias soviética del 5º Ejército de Guardias cerca de Torgau, sobre el río Elba, localidad donde soldados de ambas nacionalidades realizaron una breve celebración por hallarse personalmente tras meses de avances desde puntos opuestos.1 Contra lo que esperaba la propaganda nazi, el contacto entre ambas tropas no fue hostil sino al contrario.

Suicidio de Hitler y caída de Berlín

En las últimas horas de la batalla de Berlín, en la tarde del 30 de abril de 1945, el dictador alemán Adolf Hitler se suicidó en su búnker de la Cancillería del Reich en Berlín junto a Eva Braun, entendiendo que la guerra ya estaba perdida para el Tercer Reich y deseando no ser capturado por las tropas soviéticas que avanzaban sobre la capital alemana.
En su último testamento, Hitler nombró a sus sucesores: el almirante Karl Dönitz como el nuevo Reichspräsident (Presidente de Alemania) y al Ministro de Propaganda Joseph Goebbels como el nuevo Reichskanzler. Sin embargo, Goebbels se suicidó con su esposa en Berlín en la mañana del 1 de mayo, dejando al almirante Dönitz orquestar las negociaciones de rendición.
El 30 de abril el almirante Dönitz no se hallaba en Berlín sino en Plön, desde donde se trasladaría para formar su nuevo gobierno al pequeño puerto de Flensburgo, cerca de la frontera danesa a orillas del Báltico, en el que se había instalado el último cuartel general de la marina de guerra alemana. Enterado de la muerte de Hitler, Dönitz nombró al diplomático Schwerin von Krosigk como nuevo Reichskanzler, con autoridad sobre las zonas de Alemania donde aún no habían entrado aliados o soviéticos.

Capitulación general alemana en Reims

A las 02:41 de la mañana del 7 de mayo de 1945, en los cuarteles de la SHAEF en Reims, Francia, el Jefe del Estado Mayor del Alto Mando de las fuerzas armadas alemanas, el general Alfred Jodl, firmó el acta de rendición incondicional para todas las fuerzas alemanas ante los Aliados.2 Esta incluía la frase «todas las fuerzas bajo el mando alemán cesarán las operaciones activas a las 23:01 horas, hora de Europa Central, el 8 de mayo de 1945». Tales palabras no hacían diferenciación entre las fuerzas de la Wehrmacht que luchaban contra los aliados occidentales o contra los soviéticos, por lo cual se infería tácitamente que ponía fin a toda resistencia alemana dondequiera que la hubiera.
Cuando la Stavka soviética se enteró de la rendición firmada sólo ante británicos y estadounidenses en Reims, exigió que el comando supremo de la Wehrmacht también capitulara ante el Ejército Rojo, alegando que una rendición «parcial» dejaba a las tropas alemanas en libertad para seguir luchando contra las fuerzas soviéticas. El gobierno soviético apreciaba también el sentido histórico del momento y exigió que se «ratificara» la rendición de Reims ante el estado mayor del Ejército Rojo. Precisamente al día siguiente, poco antes de la medianoche, los máximos jefes de la Wehrmacht fueron llevados a Berlín, liderados por el general Wilhelm Keitel, donde en la noche del 8 de mayo firmaron un documento similar en el cuartel general soviético situado en la localidad de Karlshorst (un suburbio de Berlín), rindiéndose explícitamente ante la Unión Soviética, en presencia del general Gueorgui Zhúkov, comandante en jefe de las tropas soviéticas en Alemania. De hecho, esta rendición fijaba a las tropas de la Wehrmacht el deber de rendirse «también» a las 23.01 horas del mismo día.
Durante todo este tiempo los líderes militares alemanes habían tratado de ganar tiempo vanamente para que los restos de varias unidades de la Wehrmacht huyeran lo más al oeste posible y evitaran así rendirse al Ejército Rojo, pero el alto mando de la Stavka soviética presionó para evitar esta maniobra de última hora y logró que las tropas alemanas aceptaran rendirse sin condiciones en la noche del 8 de mayo, sin importar el punto de Europa en donde estuvieran.
La rendición del 9 de mayo afectó de inmediato a las tropas de la Wehrmacht que aún se hallaban en la región central de Austria, así como en el norte de Eslovenia y Croacia, donde se hallaban respaldadas por fuerzas nacionalistas croatas. Al saber de la rendición incondicional, las fuerzas alemanas y sus aliados croatas o eslovenos trataron de huir hacia el noroeste para capitular ante británicos o estadounidenses en el sur de Austria y no ser capturados por los partisanos comunistas yugoslavos o por el Ejército Rojo. Esos esfuerzos motivaron una evacuación acelerada de las últimas zonas bajo control nazi, como los alrededores de Zagreb o Liubliana, pero al penetrar en territorio austriaco el mando militar británico rechazó tomar prisioneros a croatas o eslovenos y los devolvió a la Yugoslavia bajo control partisano.
La rendición se hizo efectiva también en las fortificaciones de la costa atlántica de Francia. Allí, en los puertos de La Rochela, Dunkerque, Lorient y Saint-Nazaire había tropas alemanas que no habían podido evacuarse oportunamente hacia el este tras el Desembarco de Normandía y que habían recibido la orden de Hitler de conservar a todo trance los puertos franceses del Atlántico para los submarinos de la Kriegsmarine. Otros enclaves de resistencia alemana eran las islas de y de Oleron, que fueron bloqueadas y bombardeadas durante varios meses por tropas francesas y estadounidenses, mientras los sitiados se amparaban en sus fortificaciones. Aunque la isla de Oleron se rindió a los franceses el 30 de abril, las demás guarniciones alemanas de esos enclaves acordaron rendirse sólo tras confirmar la noticia de la capitulación incondicional en Berlín: el 9 de Mayo se rindieron La Rochela, Dunkerque y la isla de Ré, al día siguiente capituló Lorient y el 11 de mayo Saint Nazaire.
Otros enclaves alemanes insulares, las islas de Alderney y Guernesey (únicos territorios del Reino Unido que fueron invadidos por el Tercer Reich en toda la contienda) se rindieron tras varios meses de bloqueo naval y aéreo británico el 9 de mayo.
El 8 de mayo también se rindieron las tropas alemanas de la guarnición del Dodecaneso y el 12 de mayo las de Creta, siendo estas que las posiciones más aisladas de todo el Tercer Reich.
Ese mismo día se rindió la Bolsa de Curlandia, un enclave bajo control alemán sostenido por el Grupo de Ejércitos Curlandia en la costa báltica de Letonia, que debió capitular ante los ejércitos soviéticos que la cercaban por completo desde octubre de 1944. A semejanza de lo ocurrido en la costa atlántica de Francia, las tropas de Curlandia fueron obligadas a mantener sus posiciones para custodiar bases de submarinos alemanes en el Báltico, siendo que el avance del Ejército Rojo las había dejado aisladas.

Los aliados tenían un problema inicial con el gobierno de Dönitz, porque se dieron cuenta de que aunque las fuerzas armadas alemanas se habían rendido de forma incondicional, Hitler sí había designado un sucesor para actuar como jefe de Estado de Alemania. Esto fue considerado un asunto muy importante, recordando que en 1918 la rendición alemana de la Primera Guerra Mundial había sido firmada por un gobierno civil y no por el Ejército, lo cual había sido un pretexto de Hitler para crear el argumento de la «puñalada por la espalda», invocando una traición cometida por el gobierno del Imperio Alemán al capitular. En 1945 los Aliados no querían dar a un futuro régimen alemán hostil excusas para resucitar esa leyenda propagandística donde la derrota alemana era fruto de una supuesta «traición del gobierno», prefiriendo que la rendición sea asumida por los jefes de la propia Wehrmacht y que este acto fuese considerado como suficiente para que los vencedores establecieran un gobierno directo sobre Alemania.



Tomado de WIKIPEDIA...


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